¿Lideramos equipos o convivimos en comunidades?
Liderazgo y paradigmas
Pablo Blanco Cabirta
6/25/20242 min read


Desde hace unos meses ronda en mi cabeza una pregunta ¿por qué seguimos hablando de liderazgo y equipos?
El liderazgo, como término sociológico, nace en la segunda mitad del Siglo XIX y, si bien ha evolucionado con el tiempo, la base del actual liderazgo tuvo su explosión por 1960 y, casi 60 años después, por primera vez entré en duda si seguirá vigente.
Hablamos a diario de Liderazgo y Trabajo en Equipo. Las redes profesionales y hasta las sociales se llenan de comentarios, notas, artículos, replicas y demás herramientas hablando sobre liderazgo, su diferencia con “jefatura”, la importancia del trabajo en equipo, etc., etc. y etc.
Yo mismo he escrito varias veces sobre el tema y ayer mismo dicte un curso llamado “Liderazgo Motivacional” (hermoso nombre marketinero), y me pregunto ¿por qué continuamos necesitando revisar estos términos todo el tiempo?
Me pregunto si estamos diagnosticando mal el problema o, más profundo aún, si realmente identificamos adecuadamente el problema: ¿estaremos tratando al síntoma sin tener en cuenta la raíz del asunto?
Todas estas preguntas me llevan a reflexionar nuevamente sobre el tema y me tiento — sí, me tiento- a continuar escribiendo sobre lo que sé, experimenté y aprendí a lo largo de los últimos 15 años sobre liderazgo. Respiro y me propongo hacer algo distinto, a proyectar una nueva idea y compartirla.
Qué sucede si hoy, y sólo por hoy, no hablamos de equipo y sí de comunidad de personas. Una organización, cualquier fuera su naturaleza, está compuesta por un conjunto de individualidades diversas, estilos, personalidades, pensamientos, modelos mentales diferentes, en la superficie y, fundamentalmente, en el fondo.
Todos asumimos un ROL, mas ello no es exclusividad de las Empresas u Organizaciones, es parte de la vida misma, cada uno de los individuos que poblamos el mundo ocupamos/tenemos? un ROL en los diversos sub-grupos sociales en los que elegimos pertenecer o pertenecemos, aunque no entendamos aún bien por qué.
Y si por hoy nos damos la posibilidad de no pensar en líderes y equipos y nos damos la posibilidad de pensar en COMUNIDADES Y ROLES, donde cada quien ocupa un rol y CONVIVE en comunidad con el resto.
Y si nuestro ROL implica coordinar, organizar y delegar ciertas actividades, podemos hablar de que la comunidad apoya esa idea y, hasta cierto punto, que es propio de todos los roles. Alguien que pertenece a una comunidad no sólo sabe convivir en ella, también sabe participar en el desarrollo del resto de los individuos que forman parte de la comunidad. En definitiva, todos queremos conocer intrínsecamente si nos encontramos en el ROL adecuado y en el “filtro social” adecuado. Todos queremos que la comunidad nos valide para continuar ejerciendo el ROL y no un simple organigrama.
Si realmente queremos mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas en las Organizaciones, se me ocurre proponer, nuevamente sólo por HOY, dejar de lado el juego político organizacional que hoy rige a la mayoría de los llamados “liderazgos” y probar CONVIVIR en una COMUNIDAD de individualidades diversas con roles acorde a nuestras pasiones y potencial desarrollo.